
El tratamiento con oxígeno hiperbárico (TOHB) es un procedimiento mediante el cual se respira oxígeno puro en una cámara en la que se ha incrementado la presión atmosférica para mejorar la capacidad de recuperación natural de nuestro cuerpo.
El aire que respiramos contiene aproximadamente un 20,9 % de oxígeno, un 78 % de nitrógeno y pequeñas cantidades de argón, dióxido de carbono, neón, helio e hidrógeno. El aire que inhalamos contiene partículas de oxígeno que viajan desde los pulmones hasta los glóbulos rojos del torrente sanguíneo.
En condiciones normales, las células absorben tan solo un 25 % del oxígeno en las mitocondrias, el centro neurálgico de nuestras células, que convierten el oxígeno y los nutrientes en ATP (trifosfato de adenosina), una molécula con un elevado nivel energético que se encarga de almacenar y suministrar energía a nuestro cuerpo para que funcione. Este proceso se denomina respiración aeróbica y es la razón principal por la que respiramos oxígeno.
Dentro de una cámara de oxígeno hiperbárico, la presión fuerza la entrada de oxígeno en nuestros pulmones, el torrente sanguíneo y las células de forma que aumente el índice de absorción dentro de las células. Las mitocondrias reciben más oxígeno, lo que aumenta la producción de energía.
En condiciones de presión (por ejemplo, 1,5 ATA), los pulmones pueden absorber más oxígeno que respirando el oxígeno puro a la presión atmosférica normal. El sistema circulatorio transporta el oxígeno por todo el cuerpo para combatir las bacterias y ayudar al organismo a aumentar el suministro de oxígeno en las células.
Nuestro cuerpo depende del oxígeno para sobrevivir. La falta de oxígeno puede debilitar y dañar los tejidos, provocar un envejecimiento prematuro, hacer que el cabello se debilite e incluso afectar a la memoria. Al envejecer, las células se van quedando sin nutrientes, pero el suministro de oxígeno a las células puede aportarles bienestar, energía y vitalidad.
La mayoría de las dolencias y de las lesiones se producen a nivel tisular, dentro de las células. En los casos de heridas que no cicatrizan, accidentes cerebrovasculares o problemas de circulación sanguínea, no llega suficiente oxígeno a la zona afectada y, como consecuencia, no se produce la recuperación natural. El tratamiento con oxígeno hiperbárico facilita un incremento del oxígeno de forma natural.
El tratamiento con oxígeno hiperbárico puede funcionar en zonas donde otras opciones, básicamente, no tienen eficacia alguna y de este modo es posible mejorar la calidad de vida de quien padece la dolencia.
La terapia con oxígeno hiperbárico o TOHB puede contribuir a mejorar cualquier condición en la que sea necesario un aumento del oxígeno e incluso se puede aplicar junto con otros tratamientos.
La cámara OxyLife I, que ofrece un tratamiento con oxígeno hiperbárico suave, es un dispositivo que no se considera un producto sanitario, es fácil de instalar y de manejar, perfecto para los centros terapéuticos y salones de bienestar y se considera seguro para uso doméstico.
Entregamos la cámara OxyLife I y ayudamos a instalarla y nos encargamos de la formación para que el usuario tenga los conocimientos necesarios para manejar la cámara hiperbárica y gestionarla.
Por lo general, el tratamiento con oxígeno hiperbárico se administra según protocolos individuales que determinan la presión, la duración y la cantidad de sesiones correspondientes.
Las distintas condiciones personales exigen que los protocolos sean diferentes, con sesiones que pueden durar entre 60 y 90 minutos, por ejemplo, una administración planificada a presiones variables (entre 1 y 1,5 ATA) y con sesiones diarias durante un periodo de entre 10 y 30 días.
Antes del tratamiento
Antes de iniciar cualquier protocolo de TOHB, es necesario llevar a cabo una consulta médica capaz de determinar si el posible paciente es apto para la administración segura del tratamiento en la cámara de TOHB y no padece ninguna afección que prohíba la terapia en cuestión: claustrofobia, neumotórax, enfermedades pulmonares obstructivas importantes, antecedentes de intervenciones quirúrgicas en el oído, fiebre alta no controlada, sinusitis crónica e infecciones de las vías respiratorias altas, etc.
En general, la terapia con oxígeno hiperbárico es un procedimiento seguro.
Las complicaciones son poco frecuentes. No obstante, el tratamiento conlleva algunos riesgos.
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